Contemplar la obra de Naïma es hacer un viaje por el mundo de los sentidos a través de sus texturas, materiales, el uso del color vibrante y lleno de fuerza de sus collages, la perfecta fusión de los mosaicos árabes,  el equilibrio de la geometría y las mujeres, casi desdibujadas pero llenas de personalidad, ocupando su lugar con valentía.

La elegancia, ternura y sensibilidad de Naïma  hacen que la conexión con el espectador sea perfecta e instantánea, no siendo difícil poder escuchar como fondo esa música que resulta de la unión de las dos culturas que tanto influyen en ésta artista, única y comprometida con sus orígenes y el momento que le ha tocado vivir.

Para todos los que la conocemos y admiramos, es un regalo disfrutar de la vida delante de sus obras.

 
Ana Martínez Córdoba
Pintora, escritora y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Pintores y Escultores (AEPE)